"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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01-02-2016 |
Sobre el libro de Zabalza
Héctor Amodio Pérez
Carta de despedida
Estimado Ricardo.
Gracias por tu carta. No quiero darte las gracias por abrirme la posta no sea que eso sea motivo de mayores disgustos y termines vos también acusado si no de torturas, de complicidad en detenciones ilegales, eufemismo que la jueza Staricco ha encontrado para intentar satisfacer las ansias de venganza de quienes se niegan a reconocer que nada es como lo han contado.
Es lamentable que gente como , Aníbal, José, Jesús, Ariel o Domingo, como quiera llamarse, se den de baja cuando él mismo ha apoyado planteamientos míos firmados por otros respetabilísimos posteros, que se prestaron, valga la redundancia, a prestarme sus nombres y sus firmas, para evitar, precisamente, esto que ahora está sucediendo.
Moraleja primera: la verdad, pese a lo que se diga, existe. Pero la aceptan o no en función de quien sea el que la expone.
Si Juancito de los Palotes dice que EFH y Sendic la cagaron estrepitosamente se acompaña y a veces hasta se aplaude, pero si lo dice Amodio carece de valor o se califica de intrascendente
Como bien sabes, mi aparición en la posta fue por iniciativa de un amigo común, y desde la primera nota que te envié te dije que mis opiniones iban con mi firma y que me retiraría en cuanto aparecieran los insultos. Mi firma porque nada tengo que ocultar y porque lo que busco, o buscaba, es la discusión y no la descalificación simple y gratuita, sin que ninguna de mis afirmaciones hayan sido rebatidas.
Quienes han aceptado mis verdades cuando las decía Juancito de los Palotes y las mismas palabras son negadas cuando las dice el Negro Amodio se descalifican solos, pero ese es su problema. Si quienes los mandaron al muere les dijeron que la culpa era mía y ellos lo siguen creyendo cuando la evidencia indica todo lo contrario, es su problema.
Hace menos de 48 horas, hablando con un amigo de los de toda la vida, me preguntó qué es lo que he aprendido de todo esto. Le respondí que las lecciones han sido múltiples, porque cuando uno navega por aguas turbulentas tiene que saber dónde se mete y cómo salir.
Yo me tiré con el corazón en vez de con la cabeza, lo cual es imperdonable en un tipo de mi experiencia. Debía haber pensado una estrategia para que todo esto hubiese servido para cambiar algo, en vez de alimentar tertulias y chismorreos.
También he aprendido que en los momentos difíciles uno está solo y que la solidaridad es un bien escaso. Y que a casi nadie le interesa la verdad. La verdad es incómoda porque exige compromiso y, a lo sumo, quienes se aproximan a ella, lo hacen para justificar teorías, no desde la razón.
Podés hacer con lo que te he enviado lo que mejor te parezca.
Solo te pido que publiques esta carta, que salvo opinión tuya en contrario, creo que se podría titular “El canto del cisne del foquismo y otras verdades intrascendentes para ocultar la realidad”, que seguro que nadie sabe lo que quiere decir pero suena bonito.
Seguiré con el trabajo que tengo entre manos, mientras espero que se cumplan los plazos legales y la justicia nos ponga a cada uno en el sitio que nos corresponde.
En él se incluye un análisis pormenorizado de la sarta de falsedades que Zabalza va hilvanando en su libro una tras otra, mientras dice en zurdatupa una cosa que un su libro no aparece para nada, la responsabilidad directa que le cabe a él en los desmanes cometidos por EFH, el autodenominado comandante Facundo, el von Clausewitz criollo apodado Julio Marenales y Atila Sendic, alias Raúl.
Un abrazo y gracias otra vez
Amodio
Estaba leyendo el libro La experiencia tupamara, de Jorge Zabalza y al llegar a la página 198 recordé que en el Cantando las 40 del 22 de setiembre del pasado año, de Gerardo Tagliaferro , Jorge Zabalza ya se refiere al Ñato y al Pepe e interpreta una de sus ya clásicas payadas, después de superar la enfermedad que durante algún tiempo lo ha mantenido alejado de los escenarios patrios.
Demás está decir que quien esto escribe ha recibido la noticia de su tan ansiada recuperación no con singular alborozo –por aquello de mi carácter, que me ha impedido participar en aquellos juegos carcelarios tan añorados por algunos, que consistían en sacudirle el culo a chancletazos a nuestro timonel- pero sí con gran satisfacción, lo que he tratado de hacerle saber por lo menos en dos oportunidades, sin haber recibido de su parte la más mínima respuesta ya que no agradecimiento, por aquello de que nobleza obliga y que lo cortés no quita lo valiente. Y como no hay dos sin tres y esperando que a la tercera sea la vencida, aprovecho para enviarle por este medio mi más sincera enhorabuena.
Pero como a todo chancho le llega su San Martín, vayamos al meollo de la cosa, para tratar de encontrar la verdad de la milanesa, intentando hallar en los profundos meandros de su iluminado pensamiento esa verdad que desde hace años dice estar a la búsqueda.
No me anima más deseo que echarle una mano, porque me imagino lo que debe sufrir sin encontrarla. Porque mirá que llevás años, Flaco. Que hoy te digo una cosa, que hoy te digo otra, y así van pasando los años.
Y con los años, Flaco, por esas cosas de la memoria, que una vez te hace decir una cosa y al día siguiente otra diferente, como hace tanto tiempo que no departimos y que no pudiste acudir cuando te invitamos al Sheraton, precisamente para hablar de estas cosas que tanto nos preocupan a vos, a mí y a algún otro damnificado ¿sabés que el Pepe es el Ulpiano, no? Ahora es más conocido como el Pepe, su personaje preferido.
¡El Ulpiano, Flaco!!! Con lo pesado que era y la poca bola que le dábamos!!! Ya sé que vos no, que te lo arrimaste y le diste cobijo… un diamante en bruto, el Ulpiano…
Tengo que decirte, Flaco, que entre el libro y el Cantando me dejaste como escuchando un ruido. ¡Genial Mujica!!! ¿No te parece? Escuchando un ruido… qué bárbaro.
Y el discurso en la ONU? Bestial, como diría el viejo Julio… Los engrupió a todos, un genio Mujica. Perdoná que te llame Flaco, Flaco. Ya sé que Tambero te gusta más, pero para mí siempre fuiste El Flaco, así a secas, dejando de lado ese complemento del apellido que vos tanto insistías en despreciar. Ya sé que eran otros tiempos, tiempos que vos aprovechabas mejor que yo, tengo que reconocerlo, trabajando en aquellos planes que tanto entusiasmaron al Ruso Rosencof y que el Bebe y el Ñato estaban empeñados en dejar terminados antes del Abuso.
¡Qué planes, Flaco! Hasta los nombres estaban bien pensados: El Tatú, el Collar, el del 72, aquel que hizo el Ñato, copiando a los argelinos y que a vos tanto te gustaba, creo que incluso más que al Bebe. Y el Hipopótamo? Bestial, si nada más que con el nombre los milicos salían corriendo.
Otro genio el Bebe… Pero al Bebe el que realmente le gustaba era el del Tatú, para politizar el campo, decía. Y vos también, ¿verdad? Y a través del Tatú imponer el Segundo frente!!!
Un capo el Bebe, Flaco, un capo. Si no hubiera sido por los contras que tuvo, que le decíamos que no había fierros, ni balas ni comida y que la gente era poca y mal preparada… Qué va!!! dijo el Bebe y se fue a los montes del Queguay, a declarar la guerra. En bicicleta, Flaco, se fue en bicicleta… Lo dice Bolita Blixen.
Si no lo leíste, preguntale a él, ahora que lo tenés a mano. Me lo imagino al Bebe dando pedales en dirección al monte. Te acordás, Flaco, aquella anécdota que contaba el Ñato de Mujica a rueda de Francois, chupando rueda Mujica… me hubiera gustado verlo a rueda del Bebe… porque me reconocerás que a cabezón al Bebe no le ganaba nadie. Más grande que Artigas… ni perros cimarrones… con lo que hay me arreglo, seguro que dijo. Menos mal que avisó: me voy al monte…
Me lo imagino ya en el monte, organizando el ataque, dale chumbo a los milicos. Dijo Estefanell que le oyó decir que le iban a tirar hasta a las cotorras. Seguro que algún chumbo les tiró a las cotorras, porque era hombre de palabra. Se me fue el hilo, Flaco. Yo quería decirte que con Tagliaferro te noté medio bajoneado.
Es cierto que Tagliaferro no te la puso fácil , con esas preguntas tan raras de los ilícitos, las negociaciones y los códigos y lo del BPS. O eso me pareció a mí. Porque otras veces te notaba más suelto, más seguro y soltabas verdades que son de no creer, de grandes que son. Yo pienso que tenés que hablar con Tagliaferro, que los centros te los tiene que levantar más justitos.
Como Aldrighi con el Ñato .
Eso sí que es ajustar la mira. Y el Ñato, que como sabrás tiene más boca que calzón de vieja, contesta una cosa y la contraria. Menos mal que Aldrighi no se da cuenta y le da piola nomás, y el pobre Ñato se queda pedaleando en el aire, contándonos que a él no lo querían como al Mauro y al Negro Amodio y se termina deschavando solo, que él y el Bebe se fueron a la base para demostrar que sus planes eran mejores… yo creo que el Ñato ahí la cagó feo, ¿no te parece?.
Con lo bien que venía explicándolo todo, que si no se podían parar los camiones de los milicos, que si no había varillas para los miguelitos… me lo imagino mostrándole a Aldrighi los números, los gráficos, porque hacer no habrá hecho nada, pero mirá que hablaba lindo, eh? ¿A que sí? A vos por lo menos te gustaba.
Con todo, Flaco, las respuestas tuyas son geniales. Cada vez tenés una diferente… y nadie se da cuenta, Flaco. Eso sí que es la imaginación al poder . Tenés razón lo que decís del Ñato. En el libro, digo. Y además, un desagradecido. Que se sepa, que todo el mundo se entere que si no fuera por vos, Flaco, el Ñato no sería nadie ni nada. Porque mirá que lo ayudaste, Flaco. De vez en cuando releo lo que le contaste a Hugo Fontana, aquello de las cartas al Ñato para contarle que el Negro Amodio era un peligro, que decía que todo era un desastre y que nos íbamos a la mierda… era un contra total, lo reconozco.
Y encima, un gil. Si sería gil que mientras me serruchabas el piso con la Negra Mercedes organizamos la fuga… y el Bebe me quería dejar adentro, de muestra… ahí me parece que el Bebe se equivocaba, Flaco.
¿A quién le hubieran echado la culpa? Porque tenés razón con lo del Tino ( Píriz Budes): ¡si al Tino no lo conocía nadie, cómo le iban a echar la culpa a él, un desconocido!!!
Otra cosa, que te la digo por eso de la verdad, que como todos sabemos es muy relativa, pero en este asunto hay testigos, según le contó el Ruso Rosencof a los milicos, el Tino –ojo, Flaco, lo dice el Ruso, no yo- el Tino, digo, parece que no tuvo nada que ver con lo de Pascasio Báez. Dice que fue Octavio, tu suegro en las actuales circunstancias. Yo creo que no, que el Ruso se confunde de persona. Le debe haber pasado como a Aguirregaray, el que detuvo a Marenales, que lo confundió también con tu suegro. Tenía razón el Julio, ¡¿Cómo lo iban a confundir si tu suegro tiene los ojos azules y la nariz más chica!!!! Un capo el viejo… no le hace mella los años… otro que sabía un montón, de tácticas y de estrategias.
Yo sabés lo que creo que nos pasó, Flaco, te lo digo sinceramente: tuvimos pocos Bebes y pocos Marenales. Yo creo que con media docena más la cosa hubiera sido diferente.
Otra vez se me fue el hilo, Flaco. Perdoname, a ver si lo retomo. Ah!, sí. Y el Mujica otro desagradecido. Porque mirá que lo ayudaste a promocionarse… si hasta fuiste del MPP. ¿Qué habría sido del Mujica si vos no hubieras arrimado los mangos a la Panamericana, eh?
Nada, no hubiera sido nada. Pero hay una cosa que me parece que te estás equivocando – ojo, no lo digo yo, se lo dijo Efraín (Martínez Platero)a Tagliaferro, hace un montón de años- al Bebe lo hicieron entrar al Florida para convencerlo de parar la guerra y que se entregara, y para eso primero tenían que convencer a Efraín de que los estaban torturando y que los tenían con cadenas y todo… un angelito Efraín, verdad? Se lo creyó y se fueron juntos con el Bebe una noche que tenían poco que hacer.
Parece, por lo que el Efraín le contó a Leonardo Haberkorn, que entre grapa y grapa se conversaron algunas cosas sin importancia, como que si se entregaba le iban a organizar una que la del Ché iba a quedar a la altura de un poroto, que Trabal de eso sabía un montón, porque parece que el asunto del mate de los soldados fue idea suya, dicen, pero yo no me lo creo.
El caso es que esa noche no llegaron a nada, porque el Bebe ya sabés que era muy desconfiado, y más de los milicos, y quedó en volver en otro momento. Menudo era el Bebe. ¿Te lo imaginás al Bebe a los abrazos con Calcagno? Te lo cuento, pero creo que es mentira. Vos sabrás…
Y mirá por dónde, parece que cuando el Bebe y el Flaco salieron del Florida, por pura casualidad, habían unos milicos del SID que estaban esperando a Trabal y los reconocieron y como Trabal parece que les dijo que se iba a demorar un poco, para hacer tiempo y estirar las piernas les salieron atrás. Y mirá Flaco lo que son las cosas y las casualidades, otros milicos que también pasaron por ahí se les ocurrió lo mismo, y así anduvieron un buen rato, hasta que el Bebe y el Flaco se fueron a dormir. Por lo que yo sé, esa noche el Bebe durmió en una de las casas que tenía para él solito, que para eso era el líder. Seis, dice el Bolita Blixen que tenía.
Si no me creés preguntale a él. Resumiendo, Flaco, que según le dijo Efraín a Haberkorn, parece que todo fue una trampa.
Efraín no lo dice, pero vos y yo, Flaco, que conocemos el paño y manejamos las fechas como es debido, sabemos que los milicos no le pudieron tender una trampa al Bebe sin la colaboración de nuestros ex. ¿Cómo los iban a estar torturando si se reunían todos los días para los ilícitos? ¿No te parece?
Y lo de los ilícitos, otra trampa de los milicos. El Ñato le dijo a Alfonso Lessa que ellos entregaron los papeles para que no los siguieran torturando. Y Lessa se lo creyó. Otro crack Lessa .
Flaco, ahora recién caigo y me pregunto cómo es posible que no nos diéramos cuenta antes: siempre nos tendieron trampas y caíamos solitos, como chitrulos –ojo: sin menospreciar, te lo digo aprovechando que lo decís vos, para que veas que admiro tu prosa-, pero resulta que secuestramos a Mitrione, a Bardessio y preparamos el Hipólito y todo eran trampas. Sabés lo que pienso, Flaco, te la largo ahí nomás, para el próximo libro: el Abuso fue una trampa que nos tendió el Tacoma, para jodernos. Y encima le pagamos…
Yo empecé tu libro por el final, sabés. No el final final, un poco antes, para ver si valía la pena leerse todo lo anterior. Y el tuyo me gustó. El final, digo. Las dos líneas finales, esas que dicen “que esta es una historia todavía en desarrollo y que nuevas sorpresa nos esperan” me parecen sublimes. No sé si son una promesa o una amenaza, pero te pido que me reserves un ejemplar, no sea cosa que me quede sin saberlo. El libro está bien escrito, Flaco. Tanto que me parece que no lo escribiste vos, o a menos que alguien te echó una mano. Lo digo porque no es tu estilo.
Yo antes te leía y me imaginaba a la gente –el pueblo armado, como a vos te gusta llamarlo- recorriendo las calles y avenidas rumbo a la plaza Independencia, enarbolando lanzas, ya que fusiles me parece que no servían, habida cuenta de lo que decís de los de la Marina. Ojo, Flaco, que eso ya lo dije yo. No sea cosa que dé a poquito termines dándome la razón.
El libro lo voy a tener que leer otra vez, porque hay cosas que no entiendo. Según vos, lo que hicimos mal, fue que descuidamos el trabajo político y nos olvidamos de las masas, creo que las llamás populares. Si no recuerdo mal, quienes decían eso eran los bolches y los patrinqueros del Mir y del MUSP y los tuvimos que echar del MLN. En cuanto puedas, explicanos cómo fue que apoyaste a quienes preconizaron lo contrario. Porque de lo que se trataba era de elevar el nivel de los enfrentamientos, no?
Otra cosa, que como verás no tiene mayor importancia: si el Ñato quiso tupamarizar a los milicos y yo quería dar un golpe de estado, y los dos estábamos en el Florida y los milicos eran los mismos: qué milicos iban a dar el golpe conmigo? Otra cosa, ya que estamos aprovecho y te pregunto: vos decís, y yo no tengo por qué dudar, que no sabés de ningún ex compa que haya participado en torturas a los detenidos por los ilícitos. Preguntale a tu suegro qué sabe al respecto, que parece que él sí conoce a alguno.
Para terminar Flaco, ahora te lo digo en serio y acabo: cuando Tagliaferro te pregunta sobre los fierros de Saúl Feldman y lo del BPS, lo de Ricardo Perdomo y Freddy Ardusso y vos decís que estaban en otra organización o que la estaban creando y que no eran del MLN, ¿te estás refiriendo a “la micro”, esa que Perdomo le dijo a Álvaro Alfonso que Mujica le ofreció quedarse con ella para presionar al gobierno con la lucha armada, creo que allá por 1994? Cuando hablaste de los dos demonios me hiciste acordar, pero después se me pasó.
Hasta la próxima.
PD: se me ocurrió leer la solapa del libro. Menuda sorpresa!!! ¿Así que te fuiste a Cuba con la intención de incorporarte a la guerrilla del Ché en Bolivia? Genial, Flaco. Lástima que no fuiste. Otro hubiera sido el destino de América si vos te hubieras integrado, porque seguro que el Ché te nombraba comandante y en vez de empezar a los tiros habría seguido tus consejos.
Al final, va a resultar que el menos guevarista era el propio Ché, que no leía lo que escribía.
Héctor Amodio Pérez
Amodio - postaporteñ@ 1547 - 2016-01-30
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Separando,..Los bagres por un lado, las tarariras por el otro
c.e.r
La verdad,.. Estuvo bien la Posta y el Amodio.
La Posta por darle refugio.
El Amodio porque abandonó los intentos de razonar de igual a igual con sus críticos –en los que está condenado- y la agarró con sorna pa la evocación, pero en joda.
En ese rol, puede decir verdades de a puño. Con ironía, y pa que pongan cara de vinagre, más de uno, que saben que lo que dice es verdad …-a veces- y otras no.
Hasta ahora –con la condena- corrían también parejo otras versiones: de la derrota tienen la culpa el Tino, Héctor Amodio Pérez y Alicia Rey Morales, con lo cual escabullían el bulto los muy robustos Marenales, EFH, el “Pepe” Mujica, su mujer, “la Tronca” y varios otros más, entre ellos, otro “histórico”. A la sombra protectora de estos verdaderos “troncos patrias” se salvaban más de un alcahuete, delator, ortiva y traidorzuelo de menor formato. La pantalla era Amodio Pérez.
Después de la reaparición de HAP la cuestión comenzó a matizarse. Eran muchos más “los niños cantores” y las culpas estaban más repartidas. Claro, que los devenidos “gubernamentales”, tenían el techo asegurado y podían mirar el futuro, con un poco más de tranquilidad….en tanto HAP pretendiera debates de igual a igual…con caraduras como Fasano, el protector mediático de EFH.
Del resto se encargaba la parte “intelectual” y “televisiva” de la farándula burguesa de los medios de comunicación. Ellos se encargaban de hacer entrevistas “imparciales”, “democráticas”, donde todas las voces se oyen –tal cual Radio El Espectador- donde la regla es…no sacar los pies de la palangana.
Lo que nunca van a hacer es llamar a la platea a EFH para que explique “las declaraciones del detenido especial” del año 1977 y, el “perfil político” que daba de 39 “requeridos” prófugos todavía, entre los que se contaban “amigos personales” de este singular “batidor”. Eso no va a suceder nunca. Lo saben porque “hay orden de arriba” de no ponerse “a joder” con estas cosas.
En esta primera vuelta le tocó al Tambero. Qué bien que se lo merece, porque también él es responsable de más de una contradicción: decir una cosa y hacer otra, sostener una posición y después cambiarla, señalar ciertas cuestiones, pero ocultar otras.
c.e.r.Artículo relacionado
- postaporteñ@ 1548 - 2016-01-31Hola...
CORTITA Y AL PIE PORQUE NO DA PARA MAS...
SOMOS MUCHAS Y MUCHOS LOS QUE NO QUEREMOS LEER MAS A AMODIO PÉREZ
Concebimos a la posta como un espacio construido por lo que escriben las compañeras y compañeros que comparten ideas sindicales, políticas, de emancipación.
Amodio Pérez no es ni compañero ni tiene ideas de liberación ni socialistas.
El hace años se paso al bando de los explotadores y de los represores, por lo tanto no debe tener espacio en la posta.
En la medida que se le siga teniendo en cuenta en estas páginas, estoy más que convencido que muchos no leeremos un espacio en la que escriben los traidores
SALÚ
RUBEN FERNANDES
Sr. Ruben Fernandes:
Leí su notita de protesta. Su indignación es comprensible, tanto palo le han dado a Héctor Amodio Pérez, que más de un incauto se siente llamado a condenarlo.
Ahora bien, no se olvide que todas las versiones que lo condenan vienen -de arriba para abajo- desde las más altas alturas políticas de cierta organización, en donde los condenadores pretendieron ejercer justicia, sin oír descargos del acusado.
Malo, en un estado de derecho, no?
Y aparte con un hombre que después de casi 40 AÑOS de silencio debe andar rozando los 80.
Ahora bien, en todo proyecto revolucionario hay traidores. Los hubo, los hay, los habrá. De eso este bien tranquilo.
O Ud. se cree, que los anarcos, y los PVP, no tuvieron los suyos?
-Sepa que por supuesto los tuvieron. Ellos lo saben bien, pero en estos tiempos se HACEN LOS SOTAS, y creen festejar desgracias ajenas, y mientras lloran de alegría, otras lágrimas -de dolor- se le deslizan a través de LA VIGA que tienen clavada en el ojo.
¿Y de los muchachos del antiguo reformismo? Ud. cree que no tuvieron también, sus robustos traidores, traidorzuelos "e ainda mais"? -No se chupe el dedo Fernandes!!!
Le voy a dar una recetita que quizás le sirve: cuando uno ve algo que le disgusta, le molesta o le rechina, lo mejor es dejarlo de lado.
En la televisión se hace con el control: me voy a otro canal.
En la prensa, me voy a otra página.
En la web, me salto ese artículo.
El lector, siempre puede elegir, pero LO FUNDAMENTAL, es que tengamos la posibilidad de hacerlo. O dicho de otra manera: la libertad...es..LIBRE!!!
No se suba al camión...de los que estén llenos de prejuicios e indignaciones, porque se va a encontrar con la sorpresita, de que hay más un falsario, más de un falluto, más de uno que tiene que ocultar tristes pasados, en el coro de los indignados.
Y Ud. no querrá caminar junto a todo ese tipo de personas, no?
Vale c.e.r.
http://postaportenia.blogspot.com.es/2016/02/1549-intenta-hallar-la-felicidad-en-las.html
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